En los tiempos que corren, en los que las comunicaciones nos permiten recorrer grandes distancias con cierta facilidad y comodidad, dándonos la oportunidad de conocer lugares, ciudades, países, espacios naturales que sólo estaban al alcance de unos pocos aventureros en los pasados tiempos, no es infrecuente olvidar el motivo de nuestro desplazamiento a un determinado lugar del mundo, viajando arrastrado por flujos que en muchos casos más tienen que ver con modas concebidas por los estrategas de las agencias de viajes que con iniciativa propias. No es el caso. Santiago de Compostela fue, y será, eso deseamos todos nosotros, un destino para gente inteligente, sabia.
Pero como la gente sabia e inteligente también sufre de uno de los grandes males de la sociedad en la que vivimos, la falta de tiempo. Con este viaje a Galicia quiero refrescar mi memoria visitando los edificios históricos de las ciudades, sobre todo quiero llegar a la Catedral de Santiago de Compostela, abrazar al Santo con todo mi amor. Quiero conocer el fenómeno jacobeo desde sus orígenes hasta nuestros días, evocando la historia, la leyenda y las tradiciones, y recorriendo aquellos lugares marcados por su relación con el apóstol Santiago; quiero salir cuanto antes hacia Galicia, no puedo esperar.
¿Sabéis que Santiago el Menor, es hermano de Jesús de Nazaret y Hijo de José el carpintero y de la Virgen María? ¿Cómo empezó todo? Debemos, remontarnos a los tiempos de Cristo y a Palestina para encontrar los orígenes de esta historia y las causas por las que se visita Santiago de Compostela. Cuando Jesús de Nazaret empezó a dar a conocer la <<Palabra de Dios>> pronto encontró seguidores que creyeron en Él y que le siguieron a todas partes, entre ellos figuraban dos hermanos, Juan y Santiago el Mayor, pertenecientes a una familia acomodada dedicada a la pesca en el lago Genesaret, también conocido como mar de Tiberíades, en Galilea.
Llegado el momento, Jesús de Nazaret eligió a sus doce apóstoles, a los encargados de propagar la fe en Cristo por todo el orbe, a los hombres en los que dejaba la responsabilidad de hacer llegar su mensaje a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Santiago conocido como el Menor predicó en lo que hoy conocemos como España y <<en las tierras del oeste y del fin del mundo>>, tal como dejó escrito san Isidoro de Sevilla, obispo y teólogo en la España visigoda. Por lo que se ve, hay indicios de la presencia del apóstol Santiago en Cartagena, en muchos puntos de Galicia, sobre todo en Padrón, en Asturias . En el finis terrae y en toda España parece que permaneció durante cinco o seis años, luego regresó a su tierra, y más concretamente a Jerusalén, donde fue detenido, acusado de difundir una herejía que atentaba contra las leyes de los rabinos judíos, y ajusticiado. Santiago fue decapitado y su cuerpo, arrojado fuera de la ciudad. Sus discípulos, que ya los tenía y, según parece, muchos de ellos eran gallegos, recogieron su cuerpo y lo embalsamaron con la intención de enterrarlo en las tierras del fin del mundo en las que había predicado.
A principios del siglo IX, Carlomagno ya era emperador y dominaba buena parte de Europa. La Península Ibérica estaba repartida entre el emirato de Córdoba, que llegaba hasta el río Duero y sobrepasaba el Ebro, el reino de Asturias y la Marca Hispánica, que estaba bajo el control del imperio carolingio. No se podía hablar de estabilidad política en la Península, que vivía permanentemente en conflicto por las diferencias entre los cristianos del reino de Asturias y los musulmanes del emirato cordobés, y entre estos últimos y Carlomagno. Por otra parte, existían graves diferencias entre los obispos partidarios de una lucha frontal contra los musulmanes, entre ellos el conocido Beato de Liébana, y los obispos de Toledo y de Urgel, incluido el judío.
En el noroeste peninsular, la antigua Gallaecia estaba integrada casi completamente en el reino de Asturias, gobernado por aquel entonces por Alfonso II. Su largo reinado dio cierta estabilidad a la zona, que de todas formas no estaba exenta de problemas, causados unos por las incursiones de bereberes musulmanes y otros por los propios de una estructura política, administrativa y militar endebles.
En el ámbito religioso, una de las preocupaciones, aparte de los conflictos con los musulmanes y con los judíos, era la de determinar una línea que respondiera mayoritariamente a la ortodoxia marcada desde Roma. La presencia del apóstol Santiago predicando la <<Palabra de Dios>> en el noroeste peninsular y su supuesto enterramiento en algún lugar de Galicia había estado presente en la tradición oral y en algunos escritos, pero el paso del tiempo fue oscureciendo aquellas noticias, si bien es cierto que en determinadas épocas el interés por el tema resurgirá.
Así estaban las cosas cuando un anacoreta llamado Paio caminaba por una vieja vía romana poco frecuentada, que en aquella zona confluiá con otras encrucijada de caminos, en las proximidades de un castro que llevaba muchos años abandonado. El anacoreta, al igual que muchos contemporáneos suyos, conocía las historias que hablaban insistentemente sobre el hecho de que el Apóstol Santiago estaba enterrado en Galicia.
De pronto, se detuvo ante unas extrañas luces que brillaban entre unos matorrales. Al acercarse, se encontró en un cementerio abandonado, en el que, medio ocultas por la vegetación, vislumbró unas ruinas y detrás de ellas, un edículo o edificio funerario. Debemos suponer, sin temor a equivocarnos, que aquellas luces le parecieron un hecho extraordinario, ya que inmediatamente las relacionó con la probable ubicación del perdido sepulcro del apóstol Santiago en aquel misterioso lugar.
Tan seguro estaba de su descubrimiento que no dudó en caminar hasta Iria Flavia, que se encuentra a unos 18 kms, en Padrón, donde tenía su sede el obispo Teodomiro, a quién informó. Muy convincente estuvo el anacoreta y muy receptivo el obispo, pues el propio Teodomiro, guiado por Paio, se fue con sus hombres al bosque conocido como Libredón para examinar personalmente el lugar y comprobar la existencia o no del perdido y añorado sepulcro del Apóstol Santiago. No sin esfuerzo, se internaron entre la maleza hasta que se toparon con los muros de una pequeña edificación, muy rústica por fuera pero sorprendente en su interior, pues estaba adornada con mármoles en mosaico y tenía arcos y bóveda.
En el interior encontraron, en primer término, dos tumbas y al fondo, un altar; debajo del altar, una lápida sepulcral y en el sepulcro, un cuerpo, que por estar enterrado debajo del altar sólo podía pertenecer a alguien muy importante. El obispo Teodomiro, examinadas las evidencias que el templete guardaba, no dudó un instante de que se encontraba ante el sepulcro que contenía los restos del apóstol Santiago, enterrado en aquel edículo junto a sus discípulos Teodoro y Atanasio, responsable de la traslatio o traslado de su cuerpo desde Jerusalén hasta Galicia.
El obispo de Iria Flavia fue consciente de la importancia del descubrimiento y de lo que iba a significar no sólo en la diócesis, sino para toda Galicia, para todo el reino de Asturias y para la cristiandad. Por ello, difundió la noticia entre sus fieles al tiempo que informaba a su rey, Alfonso II. Fue tal el impacto que causó entre la población y entre las autoridades el descubrimiento, que la noticia se propagó de una manera sorprendente por toda la cristiandad.
El rey Alfonso II se presentó en el lugar de la Arcis Marmoricis, convirtiéndose así en el primer peregrino. La emoción fue tan fuerte que dio todo su apoyo para construir una primera capilla que sirviera para acoger a los fieles interesados en peregrinar hasta el sepulcro para venerar al Apóstol Santiago. Fue tan grande la relevancia del descubrimiento que en pocos años ya se conocía más allá de los Pirineos. De hecho, cuando se loaban las hazañas del emperador Carlomagno en los cantares de la gesta, en alguna de ellas se le atribuía al emperador el hecho del descubrimiento de los restos del apóstol Santiago, mérito propio de tan alta dignidad.
Son miles las personas que cada año suben el monte de san Gregorio que preside la villa donde se celebra todos los años la romería de Santiaguiño do Monte, los día 24 y 25 de julio, coincidiendo con la celebración en Compostela y en casi toda España del día del apóstol Santiago, para recordar la presencia del Apóstol en aquel lugar, al que acudió para refugiarse en una gruta de los paganos que le perseguían. Santiago Apóstol Patrón de España, ya no es fiesta nacional, desde hace unos años, cosa que es muy injusta, aludieron que los obreros disfrutaban de muchos días de descanso festivo en julio. No recuerdo de quien o de que gobierno partió la mala idea.
Cuenta la tradición que las huellas de Santiago quedaron marcadas en la roca para que la estancia del Apóstol se recordará por los siglos de los siglos, como así se hace; sobre la roca hay una cruz de piedra y una figura del apóstol Santiago, así como varias inscripciones. También cuenta la leyenda que Santiago bebió y se lavó en una fuente próxima a la oquedad en la que los romeros y peregrinos hacen lo propio para continuar con la tradición. Un sacrificio por Amor a la humanidad. Santiago difundió la Palabra de Dios.
Ignoramos por completo el valor de este hallazgo del cuerpo del apóstol Santiago. Un hombre, que nació del vientre de la Virgen María, vientre que ocupó primero el Mesías, Redentor y Salvador de la humanidad <<¡Jesús de Nazaret!>> Hijo del carpintero José. Aún debe encontrarse muestras del ADN de Santiago, todo un descubrimiento. -Sí, que lo es. ¡Shalom! Preciosa. -precisó Alberto- Ahora, la paz reina en toda España. Ése es el deseo de Jesucristo.
-¡Esta vez estamos dispuestos! Ignoráis por completo la Historia de la humanidad. En las altiplanicies de Anatolia, en las gargantas, en las selvas, los hititas nos aplastaron. En el propio Kadesh murieron miles de infantes, son millones de muertos los que nos han precedido en las conquistas. <<Durante el período de tiempo que separa la formación del reino de Judá e Israel a la deportación en masa de la población a Jerusalén a Mesopotamia se extiende una época en que la historia política de los judíos está caracterizada por el sacrificio, por el esfuerzo hecho para asegurar su independencia frente a los colosos que tienen al sur y al este, lo que les lleva a repetidas alianzas con fenicios, sirios e incluso egipcios. En esta época de escaso interés político, el orden de la nación hebrea se hallaba profundamente trastornado.>>
<<Había abandonado el culto a Yahvé y se le profanaba idolátricamente en público. De esta crisis moral surgieron las mayores figuras del pensamiento religioso hebraico, llamados nabí o profetas, entre los que destaca la voz profunda de Isaías increpando el torrente de vicios y pecados que inundaban al pueblo y amenazándoles con la ira de Dios y el rigor de su castigo.
Isaías quiere inculcar en las conciencias la universabilidad de su monoteísmo y dibuja con claridad la figura del Mesías. Mas todos los medios de gracia fueron rechazados y sería menester sufrir el castigo del cautiverio para ver a Yahvé en un plano espiritual y para que su religión adquiriera el contenido ético necesario para su trascendencia histórica.>>
<<El año 586, cumpliéndose así la profecía. Nabucodonososr arrasó Jerusalén y deportó su población, cesando así la historia del pueblo hebreo como nación. Se calcula que el número de judíos que pasaron a vivir al país de los caldeos fueron unos 250.000. El palacio real y el templo fueron incendiados y los vasos sagrados llevados como ofrendas a templos paganos. La mayor parte de los judíos deportados formaron colonias en los valles del sur de Mesopotamia, dedicándose a la agricultura, aunque muchos intervinieron también en la vida comercial de Babilonia. Durante la época del cautiverio, cuando deja de tener importancia política de la nación hebrea, es cuando afirma su conciencia religiosa y surgen <<figuras de altos valores morales>>, no halladas en otros pueblos.>>
<<En la espiritualidad de estos hombres se refugió la esperanza del retorno y de un porvenir mejor. Cuando disminuía esta confianza se alzaba la voz confortante de un profeta para mantener unido aquel resto de naufragio. Entre éstos son de señalar los nombres de Jeremías y Ezequiel, que presidieron la caída de Jerusalén, y el segundo vivió la cautividad de Babilonia. Ezequiel, enardecido por la idea de Dios, hace con su vigorosa personalidad soportar las penalidades del destierro, y es el que labra el espíritu del nuevo Israel surgido de la desgracia.>>
<<Bajo su dirección se fijan por escrito la mayor parte de los Textos Sagrados con el camino indicado por la nueva ley (reforma deuteronomista del año 622 a. de J. C.). Ezequiel es el empuje a la doctrina del premio o castigo en la vida de ultratumba y así, en el destierro, los judíos van elaborando la idea de un estado teocrático, bajo la autoridad de la Ley de Moisés, que tomaría realidad a partir del año 538 a. de J. C., en que Ciro, rey de Persia, y nuevo dueño del Imperio babilónico, concedió a los hebreos el derecho de poder volver a su país... Ver Éxodo>>.
-Los judíos, reconocen la reencarnación, pero de solo unas cuantas vidas. Están muy equivocados, porque nuestra alma transmigra miles de encarnaciones, así que son miles las vidas que experimenta el ser humano, y, de ahí tanta importancia la moral la ética, la buena educación. Los textos védicos describen la sociedad y religión de la India en los tiempos anteriores a la predicación de Buda.
<<Los últimos Vedas, los Brahmanas y los Upanishads reflejan una complicada teoría religiosa y la influencia de la clase social de los brahmanes: existe un dios supremo, Brahma, al que se subordinan todas las demás deidades; el alma individual tiende a la esencia del Universo, brahman, y ello no se consigue sino mediante sucesivas transmigraciones a través de las cuales el alma, despojándose de todo lo terreno, puede llegar al aniquilamiento absoluto, nirvana. Este sistema religioso, con su ritualismo, convenía a una aristocracia de guerreros y sacerdotes, pero no a los ricos mercaderes y propietarios agrícolas de Bengala, que necesitaban un guía, un apoyo moral que solucionara los vitales problemas de su conciencia.>>
<<El pensamiento especulativo culminó en la figura de Buda que partiendo del brahmanismo, elaboró una doctrina de salvación. El budismo, como puede verse, aparece más que como una religión, como una filosofía negativa de elevada austeridad moral, digna de parangonarse con las grandes concepciones religiosas realizadas en el Próximo Oriente. El tiempo en que vivió Confucio este gran sabio de China y los inmediatos anteriores, fueron, a la simple luz de la historia, épocas de descomposición y anarquía. China finalizaba su período feudal; vivía un momento histórico de confusión, de movimientos sociales para la emancipación de los siervos; presentaba una sociedad desgarrada por cruentas luchas internas, entre las que se apuntaban el germen de un imperio que haría brotar Huang-Ti (dinastia Tsung), y florecer Liu Pan (dinastia Han).>>
<<Estas fueron las características de la China feudal, período turbulento y confuso que, no obstante, no estuvo exento de valores intelectuales y morales, pues en él vivieron Lao-Tsé y Confucio y la mayor parte de los grandes sabios y filósofos de China. Kung Chin Chung-ni, Confucio, nació el año 551 en el actual Chu-Fu (prov. de Shantung). Era de cuna humilde, su padre era militar y murió al poco de nacer él dejando la familia en situación precaria, por lo que el niño no pudo recibir una esmerada educación. Se casó a los 19 años y ocupó un cargo administrativo, pero no debía seguir por la senda de la burocracia ni perseverar mucho en su vida de matrimonio, pues al poco de nacer su hijo, su esposa le abandonó.>>
<<Hacia los treinta años surgió en él la <<orientación>>, que podríamos traducir por vocación filosófico-didáctica y desde entonces luchó para conseguir una reforma, en el caos del país, a base de la difusión de la enseñanza y del culto ancestral a los antepasados. La doctrina de Confucio está exenta de éxtasis místicos, es desarrollada a base de la realidad sensible, racional y positiva, ajena a la metafísica. En eso se aparta del idealismo platónico y pesimista del otro gran transformador, Lao-Tsé.>>
<<En cuanto a los trascendentales problemas de Dios y del <<más allá>> nunca fue explícito Confucio en sí creía en su existencia, no comprometiéndose nunca en una opinión definitiva, manteniéndose, aquí también, en su <<áureo medio>>; Confucio se preocupaba más de la sociedad que del individuo; su doctrina habrá de ser una <<religión del Estado>>. Su moral es primordialmente una moral social, usando únicamente la individualidad como instrumento para sus fines. El mérito de Confucio, como ha dicho Maspero, consiste en haber intuido las líneas fundamentales de una moral individual y haber preparado el terreno a los filósofos chinos que le siguen dando al pueblo chino ocasión para ponerse en contacto con el pensamiento de Occidente. Predicó la virtud:
<<No hagáis a los demás lo que no queráis que os hagan a vosotros mismos>>; pero como su doctrina era racionalista, exenta de promesas, de premio o castigo, la virtud adquiere en Confucio un valor especial, valor en sí misma, la virtud por la virtud; faceta difícil que nos hace admirar la enorme difusión del confucionismo. La única preocupación de Confucio por el <<más allá>> se manifiesta en su reverencia a los muertos. Evidentemente, el sabio poseyó la noción del alma, pero tenía de ella una concepción dualista, por ello consideraba que al alma inferior, que quedaba en la tumba, se le debían solucionar sus necesidades materiales, de ahí las ofrendas y el culto a los antepasados, y de ahí el deber sagrado de todo chino de engendrar hijos varones para que puedan ofrecer los sacrificios.>>
Jesús dijo: Amor quiero y no sacrificios. El afán docente de Confucio nació de su creencia de que la ignorancia y las pasiones son lo que hace apartarse al hombre del camino recto. Sin embargo, la ciencia que reclamaba confucio no podía adquirirse en los libros... No era más que la expresión de una sólida conducta moral y un gran deseo de autoperfección, por lo que desempeñaban un papel muy importante la verdad, la sinceridad y la lealtad a toda prueba.
<<Todo ello lo exigía al gobernante, y así formaría una casta de privilegiados para regir los destinos del Estado.>>
Toda su doctrina va, pues, encaminada a los conductores de la Nación, príncipes y ministros, para que puedan dar una estructura sólida al caos desbordante de la nación china. A pesar de los esfuerzos del <<Gran Sabio>> para reformar la sociedad, tuvo que abandonar este mundo con la desilusión de no haberlo conseguido. En los últimos días de su vida, China descendió a los extremos de mayor anarquía y confusión como si quisiera demostrar al viejo filósofo que el ideal humano no basta para reformar al mundo.
<<Pero del mar de sangre del feudalismo chino emergió aquella bondad moral que había de ser su inmediato fundamento político.>>
<<Escucha>>, así habla Cristo en nosotros, <<<Yo Soy el amor>>. El amor es poderoso. El amor perdona. El amor disculpa. El amor libera. El amor hace feliz. El amor une al hombre con todos los hombres y seres, y con la Madre Tierra. El amor da fuerza. El amor da salud, porque el amor es la fuente de Dios.
La sangre de Cristo quita el pecado. Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como un cordero sin mancha y sin contaminación. (1 Pedro 1:18,19).
Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. (Mateo 26:28). Pues mucho más, estando ya Justificados en su sangre, por Él seremos salvos de la ira. (Romanos 5:9). Pero si andamos en la luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia del pecado. En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. (Efesios 1:7).
¿Cuanto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para sirváis al Dios vivo? (Hebreos 9:14). -Un pueblo muy notable tendrá serios problemas. ¡Busca a Moisés! El por venir hubiera sido risueño si los hebreos hubieran reconocido al Mesías. Si los hebreos hubieran seguido el camino de la verdad que le mostraba Jesús de Nazaret, en este mundo no habría habido ninguna guerra desde aquel entonce. Estaba claro que los mensajes que Dios enviaba a través de Jesús, no le gustaba a los corruptos sacerdotes judíos de la época. La ganancia material prevaleció sin miedo a Dios. La curiosidad prevaleció sobre el miedo, querían ver el color de su sangre, querían ver, si Jesús maldecía a Dios. Jesús no sufre en la cruz, porque, era Dios, era puro amor y el amor frena todo dolor.
Con la muerte y crucifixión de Jesús, los judíos abrieron las puertas de la morada del exterminador. Habían atacado la morada del león. Sangre, muchísima sangre, silos para trigo despanzurrados empapados de sangre, la gente muerta de hambre, provocando grandes catástrofes ocultando la verdad: No hay luz sin oscuridad. Recuerda esto: No hay oscuridad sin luz. Judíos, gran descubrimiento a la vista Jesús y Dios son el mismo. Son los inmortales reyes de los Mundos... El Redentor llegó de Oriente y ahora tampoco lo reconocen, aunque esté en Occidente... Fin por hoy. Hasta cuando así lo quiera Dios. Señor, bendice y certifica la obra de nuestras manos. Envía al Espíritu Santo y renovarás a la humanidad. Gracias, Padre Eterno.