jueves, 15 de diciembre de 2022

El Bosque Mágico. El cuento de Lucila: El Bosque de los Cristales 2º

 Los árboles son venerados. <<El árbol del mundo pertenece a la mitología de muchos pueblos y es un símbolo del orden del mundo. Sus raíces llegan hasta las profundidades de la Tierra, y su copa se conecta con el cielo y el cosmos. En la antigüedad el árbol se consideraba sagrado, eran apreciados y venerados como trono de los dioses y de otros seres naturales. <<El árbol como <<árbol de la vida>> tiene un papel muy importante. Dependiendo de las diferentes culturas, conecta diferentes esferas, como por ejemplo, el cielo, la vida terrenal y el submundo. Entre los germanos se hablaba de incluso de nueve mundos.>>

<<En la antigua cultura nórdica, el fresno Yggdrasil encarnaba el cosmos entero en forma de árbol de la vida. Como símbolos de la vida, el árbol representa el ritmo de la naturaleza y su constante renovación, con la primavera (nacimiento), el verano (floración), el otoño (maduración) y el invierno (retirada). Si el árbol muere, por la extinción de las abejas, el ser humano dejará de existir también.

Cuando entre en un bosque, escoge un árbol, abraza el árbol, te recordará que eres una criatura del cielo y de la tierra, y que estás conectado con el ritmo de la naturaleza. El árbol puede proporcionarte todo lo que necesitas en la vida. Pero tienes que reflexionar y tomar conciencia de que la naturaleza es un ser vivo y animado. De manera que adéntrate con más frecuencia en el bosque, moviéndote atentamente con todos tus sentidos abiertos. Elige un árbol que te atraiga, reposa allí y toma contacto con él. Honra su existencia y todo lo que hace por ti, por ejemplo, proporcionarte oxígeno todos los días, transformando el gastado. Agradécele su trabajo.Si buscas consejo y ayuda, puedes reclinarte sobre su tronco y hacerle una pregunta, esperando pacientemente la respuesta. De esta forma escucharás la sabiduría del cielo y la tierra. Abraza vida.

<<Durante la mayor parte de la historia humana, los ríos han sido el internet de las culturas, las arterias por la que fluía la información. Fuera por sus propios cauces o por los caminos terrestres de sus riberas, esas vías de comunicación permitieron durante miles de años el trasiego de personas, de ideas y de mercancías. Lógicamente, por ser sus tramos finales los más navegables, los estuarios conocieron un tráfico hoy difícil de imaginar por quienes hemos cambiado estas calzadas fluviales por las de asfalto. El mundo actual conserva aún en muchas zonas ese aspecto que todos los ríos tuvieron alguna vez, cuando la gente habitaba literalmente sobre las aguas. Las viviendas palafíticas fueron comunes en la Prehistoria, como todavía lo son en extensas regiones del planeta.>>

<<En otras ocasiones se hacían labores cotidianas sobre las propias barcazas que surcaban sus aguas, y casi siempre se mercadeaba en botes de toda clase adaptado a la navegación fluvial. A todo ello podemos añadir que los estuarios son a la vez parte del mar y del propio río. Desde la desembocadura hasta la cabecera de este tramo inferior del río no hace falta cambiar de barco si se viene desde puntos marítimos distantes. Con ello, el fondo del estuario se convierte en el puerto más rentable, aquel que está a la vez más metido en tierra firme y más cerca del mar. En el Guadalquivir, ese papel lo ha ejercido Sevilla desde el momento en que se instaló en sus márgenes la vida urbana, que hoy podemos fechar a comienzos del I milenio a. C. Estos tres mil años que nos separan de aquella fecha han conocido muchas situaciones históricas diferentes, pero todas ellas han estado presididas o matizadas por la ubicación ideal del puerto sevillano. Excepto para los enormes petroleros y portacontenedores que hoy fabricamos, para la navegación marítima histórica no hacía falta siempre cambiar de barco hasta llegar a Sevilla remontando el cauce del Betis. Desde los muelles sevillanos aquí hasta Alcalá del Río la navegabilidad ofrecía más problemas, pero era corriente arriba de esta localidad cuando realmente el Atlántico dejaba de serlo para convertirse del todo en Guadalquivir.>>

<<Sólo desde estas consideraciones geográficas podemos comprender en la actualidad el rico patrimonio que el propio río y sus márgenes atesoran. La cooperación es tan antigua como la humanidad. Aunque los primeros registros de gente trabajando cooperativamente se remontan a 1760, el movimiento cooperativo como es conocido hoy en día, comenzó en Rochdale, en el norte de Inglaterra en 1840.>>

<<Los tejedores de las fábricas de algodón tenían unas condiciones de trabajo miserables y unos salarios bajos, por lo que no podían pagar los elevados precios de los alimentos y artículos domésticos. Por ello, decidieron reunir sus escasos recursos y trabajar juntos, para poder acceder a los bienes de consumo básicos a un precio más bajo. Un grupo de 28 artesanos establecieron la primera empresa cooperativa de consumo moderna, conocida como los pioneros de Rocdale. Decidieron que era horade que se tratara a los consumidores de manera honesta, con transparencia y con respeto, que estos debían poder participar de los beneficios según su contribución y debían disponer del derecho democrático de tomar parte en las decisiones del negocio. Cada cliente de la tienda se convirtió en miembro de la cooperativa, con lo que cada uno de ellos tenía un interés real en el negocio. Actualmente, se consideran los precursores de las sociedades cooperativas modernas y los fundadores del movimiento.>>

Las amplias alas de los Ángeles se dejaban ver, en las noches en que la Luna llena alumbraba en su mayor esplendor, entonces dejaba ver sus presencias, ellos encendían las salas de la clara frialdad de sus gloriosos vuelos. Allí en el Bosque de los Cristales crujen las túnicas de seda y el tropel de las alas despierta las almas hechizadas. Salen volando los espectros que han seguido a Lucila y a su enamorado Gastón. A Media noche los cadáveres se levantan; salen en fila de los huecos de los árboles, salen de las nebulosas terribles. Ocupan las casas viejas, los castillos abandonados; salen de los cementerios, suben ladera arriba hasta la cúspide de la montaña y pasan por delante de la casita de Lucila un cortejo fúnebre, quizás la Santa Compaña o tal vez las anhelantes almas que claman justicia, ante las negligencias humanas. Las voces aturden las noches de los enamorados, se oyen en el silencio: -Soy Isabella, la enfermera contagiada, guarda el hospital mi expediente, en sus antros misteriosos. Yo asistí a un joven moribundo, lo tomé en mis brazos, el sudor caló mi bata y al instante me sentí abatida. Vi todas las amarguras de la vida. Me desprendí de mi cuerpo. Corrí tras una dama sin cabeza, que se ocultaba en el bosque de los Cristales.

Ella lloraba, y no tenía cabeza. Bellamente vestida y parecía tan atribulada, debía ser una apasionada amante, lucía joyas y diamantes. En su llanto decía: Estoy triste, muy triste, congoja, congoja que enoja. Cuidado, la noche de Luna salen las hechiceras a media noche. Tienen hechizadas miles de almas esclavas, les sorben los sesos a la luz del crepúsculo. Al amanecer toca el timbal estremeciéndose todo el bosque, los duendes saquean en aquel instante a todos los habitantes; el canto, les cantan al oído y pasan nuevamente al frío glacial de sus tumbas, al hueco del árbol o al suelo, pero muchos han muerto sin sepulcro por culpa de los hombres sin escrúpulos. Se ha presentado en Bosque de los Cristales un gallardo guerrero vestido de negro azulado, hele aquí, alegre y valiente, sonriente toma su espada y vuela. Es el Príncipe Miguel, quién como Dios. Prendido entre lazos azules llegó la Virgen María, y dijo: Esto se arregla en dos días. Dando voces, llama a ¡Jesús! Tapa los oídos que llega con relámpagos y truenos tal cual se fue así llega.

Dicen los Textos Sagrados que Jesús es Juez, el que juzga en el fin del tiempo. Yo te besaré la mano anhelando una caricia y la vida será maravillosa, para los que pasen las pruebas del Juicio Final. Fin por hoy. Hasta cuando así Dios lo quiera. Gracias Padre Eterno, Gracias. Hoy estoy muy disgustada. Estoy muy triste. Porque  la gente que quiero está enfermando por causa de la gente malvada. Me informan que quedan muertos de ictus mientras conducen, mientras van a pasear, la gente cae como los pajarillos inocentes cuando los envenenan. Ven a bailar este baile de la maldad moribunda, porque el mal y los malvados desaparecen de toda la Tierra, puesto que en breve llega JESUCRISTO.





La Guerra Civil Española. Mitos al descubierto, 9. Persecución religiosa

miércoles, 7 de diciembre de 2022

El Bosque Mágico. El cuento de Lucila: El Bosque de los Cristales 1º

 Lejos de España, viviendo en las sombras del Bosque de los Cristales. La joven y moderna Lucila se ha construido una vida en la tranquila aldea, donde solo habitan cuarenta personas, no hay ningún niño, casi todos son de edad avanzada, personas muy longevas que sobrepasan los 120 años. Gastón y Lucila han construido una casona en el fondo del Bosque de los Cristales, donde apenas conviven, puesto que se pasan el día y gran parte de la noche trabajando; cuidando el huerto, los animales domésticos; la pareja a adoptado tres perros y once gatos, también cuidan de las gallinas, pollos, patos, y de una vaca llamada "Blanca". 

Parte de su alimentación la sacan del pequeño huerto. Sus recursos son limitados, a veces van al rastro de un pueblo cercano donde venden libros viejos, algunas antiguas reliquias les han llegado de un legado familiar, sacando un buen precio por su venta. La pareja vive con los escasos recursos de la naturaleza. A menudo Lucila siente nostalgia de su pasado, sus raíces están en la soleada Málaga, ciudad que su familia abandonó siendo su madre muy pequeña. La noticia de que su madre agoniza en su residencia de Madrid le hace regresar a la ancestral casa, donde la esperan su agonizante madre, sus dos hermanas y su hermano, Luis, un chico que padece paranoia y esquizofrenia. Un individuo, que provoca miedo con solo mirarlo.

El atasco en la carretera de Albacete comenzaba en el kilómetro 27 y no cesaba hasta la misma entrada de Madrid. Como todos los domingos al atardecer, cientos y cientos de automóviles se alineaban en doble fila y, de rato en rato, avanzaban algunos metros, para volver a detenerse enseguida. Pero como los españoles vienen demostrando últimamente una franciscana resignación ante las incomodidades y los desafueros, casi nadie protestaba. Si acaso, quienes venían de ciudades alejadas y no eran, por tanto habituales del embotellamiento. Los usuarios frecuentes del trayecto, en lugar de irritarse, se tomaban a broma la más que conocida congestión de tráfico, que cada siete días se repite inexorablemente, como ingrata culminación del reconfortante fin de semana. 

Gastón y Lucila no son expertos, pues, ellos viven en un lugar apartado de la civilización; no conocen las consecuencias del atasco, que les haría invertir demasiadas horas en volver a la casa los asiduos solían llevar la cena preparada y aprovechaban los parones para tomarla, bien regada de vino (bastantes conductores hacían caso de las recomendaciones de la Jefatura de Tráfico y pasaban del alcohol). Otros, ahítos de comida por los excesos del mediodía, dedicaban la espera a leer, con tal entusiasmo, que alguno hubo capaz de atreverse con los Versos satánicos, aunque no consta que pudiera pasar de la página 10. Llevaba Gastón su camioneta antigua, una reliquia familiar. A su lado Roberto con su Alfa Romeo, aquel atardecer del doce de octubre que tanto iba a influir en su vida.

Roberto es soltero, moreno, fuerte treintañero, dicharachero y comunista. Nunca tuvo ocupación conocida, igual que su padre; hasta que las primeras elecciones municipales auténticamente democráticas a su padre le permitieron acceder a la alcaldía de su pueblo, Robledo del Seguro. Su labor fue muy eficaz: cambió los nombres de todas las calles dedicadas a personajes del antiguo régimen, incluido el de: Calle Madre del Agua, que le sonaba a facha; creó un Consultorio Sexual o Centro de Planificación Familiar gratuito, hizo demoler la Cruz de los Caídos, poniendo en su lugar un fuente con seis chorritos; organizó estupendas movidas, para sustituir los clásicos y aburridos festejos del día de la Virgen de Agosto; permitió que Josele, el marica del pueblo, (más conocido como el melenas) se vistiera de mujer, como siempre había sido su ilusión y fue tolerante con las drogas, atendiendo la lógica demanda de los aficionados al porro e, incluso, al pastilleo de la Ruta del Bacalao.

Con semejantes méritos y ayudado, también, por su facilidad de palabra, no puede extrañar que aun siendo octogenario, cercano a los noventa años todavía continua ejerciendo el oficio de Alcalde de su pueblo. Fiel a sus orígenes Roberto participa en todas las campañas electorales, llegando a diputado, cargo que le obliga a fijar su residencia en Madrid; pasa muchos fines de semanas viajando, se entiende, por las penosas exigencias del cargo que le obligan a viajar por el mundo. Tan original aumento de su cultura le valió gran prestigio en su pueblo, donde todos lo admiraban y aplaudían.

-Que lata, ¿verdad? -le dijo a Lucila de saludo. -Vaya que sí. Una lata -comentó Gastón Y con este calor. Porque hay que ver el calor que hace... -De todos modos, este mediodía aún apretaba más. -Bueno, es que a mediodía estábamos a treinta y siete grados.... -Ahora, en cambio, no debemos pasar de los treinta. Si por lo menos mañana refrescase. -Claro; si mañana refrescase, sería estupendo. Porque lo malo del calor es que se suda mucho. Y además, resulta más difícil de combatir que el frío. -Eso, por supuesto. Porque, si hace frío, pues ya sabe; la calefacción, las estufas, las chimeneas. A mí me encantan las chimeneas. -¡Anda que a mí! A mí me chiflan. Pues aquí parece que sopla algo de viento. -comentó, con su seductora sonrisa. -Es que no hay nada edificado junto a la carretera. -Eso debe ser. A propósito, ¿como os llamáis? -Lucila y Gastón. -Yo, Roberto. -Lucila no pudo reprimir una risita guasona-. Oye, ¿a qué viene el cachondeo? -Que me estoy acordando de un chico que tiene tu mismo nombre; es mi sobrino. -Roberto le pasa una hoja de papel por la ventanilla del Alfa Romeo a Lucila, le dice: 

-Vamos a Madrid a exigir una sanidad Pública y digna. Más de 35.000 fallecidos en las residencias no son suficientes para transformarlas en centros públicos de atención digna. Millones de euros que debían servir para mantener el sistema público los han entregado a los negocios privados que trafican con nuestra salud.

Acabar con las políticas de estos Gobiernos que han disparado las listas de espera que nos matan, y aumentan aún más la precarización de la sanidad y de sus trabajadores, es una cuestión de supervivencia. La única vacuna contra la privatización es la derogación de las leyes privatizadoras que permiten externalizaciones, subcon-trata-ciones... Y la recuperación de todo lo privatizado, eso es defender la sanidad pública. Y recuerda, aquí, privatizan los gobiernos de todos los colores. ¡Basta ya! ¡Basta ya! ¡Basta ya! ¡Basta ya! Es la historia del retroceso del Estado del Bienestar. Yo soy un idealista, no soy conformista. Llevo el gen del luchador por los Derechos Humanos.

 -Así concluye el revolucionario texto de Roberto, se paran en un bar de carretera, los tres entablan una conversación muy animada sobre todo fenómeno paranormal, cosa que les encantan a Gastón y a su compañera Lucila; les comunica unas experiencias vivida en el Bosque de los Cristales. Toma la palabra Lucila diciendo a Roberto:

<<La comunicación con los espíritus es el fenómeno que entre los hechos paranormales se ha divulgado y es también quizás el más interesante a ojos de la gente, pero a la vez lo que para los estudiosos de estos temas resulta más rayano en el terreno de la superchería. Por lo tanto, quiero aclarar aquí, que si por superchería se entiende todo lo relativo al mundo espiritual, he aquí que el hombre es la obra magna de la superchería.>>

Existe en el hombre un temor oculto y a veces no oculto a ese tema de los espíritus, porque los asocia con la muerte y ya vimos que el hombre teme a la muerte. -Me hubiera gustado mucho que tu madre nos hubiera hecho una visita tiempo atrás. Seguramente ahora se arrepentirá de no haberlo hecho. -Pues la verdad es que sí.

-Claro, se comprende. A mi me ocurriría lo mismo. Pero el tiempo corre, los años van pasando y, de pronto, te das cuenta de que nadie vive eternamente. -Gastón jamás había tenido el menor contacto con la muerte ni conocido a nadie que hubiera muerto, jamás en su vida había visto un cadáver. Como consecuencia de ello, la muerte siempre había sido un concepto remoto para él, algo casi de tipo filosófico, una cosa que, en realidad, nunca ocurría.

-Cuando vives entre árboles de hojas perenne, bajo la protección de una familia amorosa, la vida es una fiesta sin fin, como vivir junto a las vacas que pastan en un inmenso prado, bajo el cuidado de unas manos delicadas. Ni de día ni por la noche nunca piensas en tu propia mortalidad. Nunca piensas en el término de las cosas ni en el pasado ni en todas las vidas que han existido antes que tú. En el campo hay trabajo desde el amanecer hasta el anochecer y, sigue, con la elaboración de queso, mantequilla o conservando las frutas o verduras. -Allí, clavada en el muro de ladrillo, había una placa que decía: CIRCULEN CON CUIDADO.

 En la puerta del bar se separaron. Roberto, bajo por la calle en dirección contraria mientras se perdía, saluda con la mano. -Diciendo, no importa achatar el coche es el viejo Alfa Romeo de mi padre. -Lucila le señalaba a Gastón distintos lugares donde había transcurrido su infancia y su juventud; recordando sus fiestas junto a las piscinas bajo un sol perenne, y los recuerdos de las discotecas del sábado por la noche. Descubrió en su corazón un gran cariño por aquellas calles, la ternura evocaba los recuerdos de sus abuelos. Y ahora se sentía una extraña entre extraños y su casa se encontraba cerrada. Su madre había sido ingresada en una residencia a dos mil kilómetros de distancia. Fue avisada de que fuera directamente a casa de su hermana Susana, al llegar ella la recibe en la puerta se abrazan y pregunta: -¿Cómo está mamá? -Nadie vive eternamente, Lucila. -Bueno, bueno, ya sé que ha sido muy duro para ti ver a a mamá en estas condiciones. ¿Pero ella ha muerto en paz, Susana?

-No te quepa la menor duda. -Evitó mirarla para que no pudiera descubrir en sus ojos la verdad. La verdad de su indiferencia hacia su madre, la cual le inspiraba tan pocos sentimientos como cualquiera de los otros viejos que se estaban descomponiendo en aquella residencia. El origen de su tristeza era la cruda realidad del final que les espera a todos y cuyo ineludible carácter jamás le había quitado demasiado el sueño. Todo aquello también le había inducido a pensar de nuevo en el reparto de la herencia. -¡Ya sé lo que necesitas! -exclamó alegremente Susana. Lucila se puso a pasear un poco por el pequeño jardín deteniéndose delante de la ventana para contemplar los objetos a través del cristal.

En un estante había varios libros. Leyó los títulos de los lomos. Al ver uno que le pareció interesante corrió a la pequeña salita, abrió la vitrina y sacó un ejemplar encuadernado en cuero negro de la obra del juez Javier Gómez de Liaño. Gastón escuchaba los ligeros ruidos de las idas y venidas por la casa, el murmullo de las mujeres, a veces incluso sus risas. Vibrando a través de las paredes, resonaba la voz de Lucila leyendo los textos del libro que había tomado de la vitrina. Él recordaba los latido de un corazón pacífico y potente. Tuvo deseos de levantarse, de unirse a la lectura; no se resignaba a aceptar las palabras pronunciadas por Lucila. El solo pensamiento del cuerpo de María bajo el fuego... le inflamaba el corazón. Tenía que cerrar los puños para no gritar. Además, tenía bastantes razones para sentir que no era bienvenido en esa casa. La mirada de la hermana de Lucila y del hombre que la acompañaba, se lo había hecho comprender con toda claridad. La prudencia le aconsejaba hacer acopio de sus fuerzas y de su voluntad con el fin de dejar a Lucila despedirse de su madre.

Gastón entro en la sala- ¿Esta vez estás verdaderamente despierto el dolor en tu corazón?- Lucila se sobresaltó y se volvió. Al lado de la chimenea estaba una mujer cuya edad era difícil de estimar. Sus cabellos eran blancos como la nieve, centenares de finas arrugas se marcaban alrededor de su boca y de sus párpados. Sin embargo, su piel parecía tan fresca como la de una joven. Los huecos de sus ojos vacíos, brillaban con mucha claridad. La mujer contempló a Lucila con la cabeza levantada y los labios redondeados en una mueca de estar muy enfadada. Lucila se sentó en un sillón. La sorpresa la hizo enmudecer. No lograba averiguar si la mujer era su propia madre o una desconocida, el espectro se reía con maldad o se le acercaba con amabilidad. El fantasma de la mujer contempló a Gastón diciendo:

--No saben lo que es estar en una cama húmeda de orines, llena de heces durante días y largas noches; con el estómago vacío, la boca ardiendo de sed. Amarrada a la cama, con el vientre vacío. Esto es lo decían: -murmuró la mujer-. Es hora de que duermas, para que van a comer, es mejor morir con el vientre vacío. -Estoy bien, voy a levantarme. ¡Ayuda!... Quiero ver a mis hijos, mi hija. - Lucila se levantó sin precaución. La cabeza le dio vueltas; tuvo que volver a sentarse y apoyarse con las dos manos en las manos de Gastón para no tambalearse. La mujer, desapareció en un halo de luz brillante.

-¿El Maestro? El Maestro Jesús de Nazaret la ha enviado. ¿Quién más podía ser aquí tal milagro?... -Con una mirada, Susana reclamó la ayuda de su hermana. -Deja de decir tonterías. Voy a darte de comer y te va a gustar, todos los mareos se te pasarán. Nuestra cocina es demasiado buena para hacerle ascos de antemano.

-Esta casa no es como las demás. Tienes que aprender las reglas. Más tarde, mientras Lucila degustaba a pequeños bocados un trozo de bizcocho cubierto de chocolate, que mojaba en una taza de leche, Gastón lee en voz alta un texto del libro del Juez Javier Gómez Liaño. -La reintroducción de las tasas cuenta con sus partidarios y detractores. Los primeros dicen que se trata de una medida socializadora, pues, según ellos, pagarán los que más tengan, el número de casos afectados no será superior al 1 por ciento y servirá para tener una justicia más rápida y, por consiguiente, de superior calidad. Los segundos, en la acera contraria, estiman que la justicia es un servicio público indispensable y que, por tanto, establecer tasas puede vulnerar el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.

En esta dirección, la asociación Jueces para la Democracia ha declarado que <<a la larga, la medida repercutirá en el común de los ciudadanos ya que las grandes entidades, fundamentalmente las aseguradoras y los bancos, que son las que más recurren a la justicia, desviarán los costes hacia los consumidores al hacerles pagar más por sus servicios>>. Para el PSOE, <<llegará un momento en el que habrá que comprar la justicia y sólo será gratuita para los más marginales>>.

<<Los actos de justicia son más para la gente que anda mejor del bolsillo, de manera que si no queremos que los tribunales se atasquen de papel, el remedio es imponer tasas muy elevadas a todo aquel al que se le ocurra pleitear>>. <<Quien quiera justicia que la pague.>> Estos y otros argumentos de signo semejante los he oído yo a lo largo de mi carrera y de boca de muy insignes magistrados.>>

<<La justicia es gratuita; lo que cuesta son los medios de llegar a ella>>. La justicia será justicia cuando, además de lenta, burocrática e ineficiente, baje sus precios. Nadie más que los políticos y altos responsables del poder judicial tienen la llave para hacer que la justicia <<real y efectiva>> no esté únicamente al alcance de los poderosos. Es necesario romper con ese sistema de una justicia cara, muy cara, y que obedece, sabe Dios, a qué intereses.>>

<<Quizá uno de los peores lastres de la justicia. La justicia lenta y tardía, se mire por donde se mire, no deja de ser una forma de injusticia. Si la justicia funcionase en su punto y hora, cualquier injusticia sería menor. La pereza de la justicia es un mal, una inercia que se arrastra desde antiguo, pero la lentitud judicial no tiene remedio porque no se quiere remediar y como nadie tiene verdadero interés en solucionar el problema, la cosa sigue marchando mal, y el ciudadano se calla por dos razones únicas: porque piensa que su voz va a caer en el desierto y porque supone que ni siquiera merece la pena hablar. No hay nada más decepcionante para el ciudadano que acude a un juzgado que el saberse preso tras la dura reja de la inseguridad. lo primero que la gente necesita y desea es información sobre su asunto, lo cual exige mejoras en el servicio de atención al público para que pueda estar al día de manera rápida, eficiente. Es necesario que el personal judicial esté bien preparado para responder de la mejor manera las preguntas o las cuestiones que los ciudadanos plantean.>>

<<No son pocas las veces que los retrasos judiciales se imputan a la caótica situación organizativa de la administración de justicia, algo que, tal vez, podrá exonerar de responsabilidad a los titulares de los órganos judiciales, pero en ningún caso elimina la vulneración del derecho a un proceso justo, en su faceta temporal.>>

<<El artículo 24.2 CE reconoce el <<derecho a un proceso sin dilaciones indebidas>>, expresión que es la empleada por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Nueva York de 19 de Diciembre de 1966 (Art. 14.3), y que, a su vez, es semejante al <<derecho a que la causa sea oída dentro de un plazo razonable>> del artículo 6.1 del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Públicas de Roma de 4 de diciembre de 1950, ratificados ambos por España con la eficacia que deriva del artículo 10.2 CE.>>

<<Según la jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional español y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (Casos Wemhift, Neumeister, Zimmermann y Steiner), el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas es de esos conceptos jurídicos que se llaman indeterminados para cuya fijación hay que atender a la complejidad del litigio, los márgenes ordinarios de duración de los litigios del mismo tipo, los intereses en juego, la conducta de las autoridades y la consideración de los medios disponibles.>>

<<La burocracia judicial no debe ser una rémora en sí misma sino una herramienta al servicio del buen y eficaz funcionamiento de los tribunales. Releo a un clásico. Montesquieu: <<Los litigios deben resolverse en plazos razonables, ya que de otro modo lo que es un pleito se convierte en un drama personal o tragedia familiar>>.

Errar es de humanos, decía el sufrido Séneca y está demostrado que los jueces no son dioses ni orinan agua bendita. Es más; incluso es posible que haya casos en que la parte dispositiva de una sentencia, conocida como <<fallo>>, no sea tanto un pronunciamiento decisivo sino un verdadero desatino. <<Goethe advertía que el hombre que aspira a algo se mueve en el error. Lo mismo que los médicos, los periodistas, los políticos y así sucesivamente, también los jueces se equivocan e incluso, en ocasiones, yerran de cabo a rabo. ¿Error o injusticia? Una y otra cosa son muy distintas. Eso de lo justo y de lo injusto no es sino cuestión de perspectiva y nótese que lo que mata a la justicia no es el error de buena fe, sino la injusticia consciente.>>

Dicen que entre los condenados del infierno hay más equivocados que culpables, lo que tal vez se deba a que los injustos de verdad -los <<a sabiendas>>- se dan mucha maña para librarse de las garras de Satanás. Para mí que lo que está lleno es el purgatorio: el error judicial es la gran coartada del sistema judicial.>> -Gastón cierra el libro, da un paso hacia Lucila, se lo da en las manos, diciendo: <<Si hay algo grave en el engranaje político, judicial y quizá humano es que a una persona se la detenga, se la procese y se siente en el banquillo, y después, tras un montón de años, meses y días, el tribunal la absuelva de todos los cargos que la acusación -sea el fiscal o la santa inquicición o cualquier otro particular- le imputaba. -En ese momento una nube blanquecina inunda toda la sala, todos los espíritus que han muerto de forma injusta vuelan sobre Gastón y Lucila, diciendo: -Justicia. Clamamos justicia.- Hasta que llegaron al Bosque de los Cristales le siguieron escoltando al viejo vehículo de Gastón. Las voces decían: ese es un hijo de ... Justicia, justicia.

Fin por hoy. Señor bendice y certifica la obra de nuestras manos. Gracias. Hasta cuando así Dios lo quiera. ¡Los hijos de Rusia, de Ucrania están pasando mucho frío!, arreglen ese conflicto antes de Navidad. El olor ha muerte embota la mente. Jesús, yo en ti confío, salvanos del mal de las guerras. Amen



martes, 6 de diciembre de 2022

El Bosque Mágico. El cuento de Lucila: El bosque de las almas de cristales

 Lucila es una mujer española, nacida en un barrio privilegiado de la capital de España: Madrid. Su formación académica le hace tener un curriculum Vitae bastante extenso: Licenciada en arquitectura, conoce a la perfección siete idiomas, hizo muchos estudios, Metafísica; cursos de Astrología, terapias de regresión a vidas anteriores, Shiatsu y varios métodos de sanación de la Medicina Tradicional de China y Japón. Lucila estudia la esencia del Tao. 

Al practicar Tao, se revelan las cosas que no se suelen entender tan fácilmente en el mundo espiritual. Un fragmento de un poema muy famoso en China dice: <<Si hay afinidad aunque dos personas estén separadas por miles de kilómetros se encontrarán, si no hay afinidad aunque estén frente a frente no se reconocerán>>. Nos podemos encontrar porque ya tenemos afinidad a través de esta frase podemos darnos cuenta que recibir Tao no es fácil, se debe poseer un cúmulo de vidas de buena afinidad con los Budas.

Buda Chi Kong dijo: <<La vida de una persona siempre incluye tanto momentos amargos como momentos de felicidad. Estos dos se intercambian y manifiestan su presencia a través de toda la vida>>. Esto quiere decir que también las dificultades son necesarias para nuestro crecimiento, ayudan a entendernos, dominar la mente y seguir adelante, tomando siempre en cuenta, que hasta en las dificultades está la misericordia divina ayudándonos. Tomar este conocimiento ya es sabiduría, ya que los problemas también tienen que obedecer a una ley natural (Lo no permanente) todo cambia, todo transmuta, todo se modifica, nada permanece estático.

Logrando entender las leyes universales y enfocándonos en dos aspectos importantes como son <<La inmutabilidad y la Sabiduría>> podemos andar pasos hacia el despertar de la iluminación, la verdadera felicidad. Esto requiere una atención consciente en esos dos aspectos. <<Inmutabilidad: Es el dominio y control de la mente. Sabiduría: Es la comprensión de las leyes naturales>>.

Sabido es que para ocultar un secreto no hay mejor medio que sepultarlo bajo un alud de información banal. Maestros en el arte de la ocultación, los escribas bíblicos son los que aportan mayor información sobre los Ángeles pero, al mismo tiempo, destacando la trascendencia de la Columna de Fuego de la historia de Moisés y pasando de puntillas en el tema candente de la Serpiente de Bronce, omiten, ya en tiempos de los Macabeos, cualquier referencia a las ricas tradiciones angélicas que, emanadas de la naciente tradición gnóstica alejandrina, ofitas y terapeutas populizarían.

Moisés hace de Dios un ser trino en el cual, una de sus personificaciones, la de Dios de Amor, es precisamente la faceta de la Trinidad Divina que reflejan los Ángeles. Pero este rasgo nos sitúa de nuevo en la contradicción y al mismo tiempo en la coincidencia del ángel respecto a Dios. Lo mismo que el Eterno podría ser considerado andrógino a partir de la etimología de su nombre Jehová, los ángeles, sin duda a su vez también andróginos, al reflejar ese aspecto divino de la Trinidad que es el Amor, lo hacen reflejando no una faceta unitaria sino dando la impresión de que tal reflejo, dividido en tres haces, devuelve hacia el hombre la luz del Ser, la luz del Conocimiento y la luz de la Alegría: Los tres atributos de Dios en el pensamiento hindú. 

Y el conocimiento, más allá de la mera acepción bíblica de unión sexual, supone -en la mayoría de los casos gracias a la mediación angélica- la perfección espiritual de la divinidad. Un conocimiento que, como fruto de una dualidad sexual primigenia, sólo reaparece en el relato bíblico de tarde en tarde, siempre negativamente, tal como sucede en Esther, que es la duplicidad de la babilónica Istar y de su amante Marduk (que en el Génesis es el reflejo de Adonis-Adonais, es decir, del mismo Dios), o como reaparece, ya del todo difuminada su aura pagana, bajo la figura del maléfico Astharot, el diablo hembra. Diablo hembra o ángel caído que en su manifestación aparece siempre bajo un color dual, el rojo y el verde, es decir, bajo los emblemas del rubí o de la esmeralda, reflejos siempre, como muestra el paradigma Lucifer, del conocimiento.

 Verde es también el color de la serpiente y, pese a la específica malignidad que adquiere en el Génesis, Moisés no tiene empacho alguno de adoptar el emblema zoomorfo del dios Luz y hacer de la Serpiente su signo distintivo. El que Jehová hubiera expulsado a la primera pareja humana del Edén por haber sucumbido a la tentación de la Serpiente, no parece impresionar al profeta. ¿Por qué, pues el propio Moisés escribe en el Génesis que <<la Serpiente morderá a la mujer en el calcañar y ella le aplastará la cabeza>>?

Asociada permanentemente a la mujer, la Serpiente muestra su ambivalencia en toda circunstancia...

 -Lucila, ha visto ante sus ojos al hombre que cambiaría su vida por completo. Acaba de entrar por la puerta del bar la Perla de Jade, Gastón. Un joven francés, de apenas cincuenta años; lleva una pequeña coleta, lleva recogidos sus abundantes cabellos con una cinta de seda negra. Gastón tiene los aires de un príncipe del Romanticismo, alto, esbelto, moreno de piel y de cabellos, lleva una barba incipiente, dónde platean algunas canas. Sus ojos, miel, son bellos, muy iluminados, se encandilan cuando conecta con los ojos de Lucila. Gastón en tres pasos llega a la mesa donde está sentada Lucila y su amiga Andrea; le toma una mano a ambas, se arrodilla besando ambas manos, se levanta de un brinco, se pone una mano en la espalda inclinándose delante de las mujeres, se presenta: Soy un curalotodo, un médico del agua, mi nombre es Gaston y soy de nacionalidad global, un hombre multicultural, nacido en Francia bajo el signo de Aries. -Lucila, lo invita a la mesa, él acepta encantado, tomando la palabra dice:

-Bajo el signo de Aries, los fieles de Tauro eran sólo unos <<vulgares idólatras>>. -Si, en el desierto, algunos aventureros, durante el viaje de Moisés al Sinaí, esculpieron un becerro de oro, fue porque en aquella <<multitud mezclada>> había de todo, incluso adoradores desfasados del buey Apis. Quizá no había demasiado oro para un buey. Y entonces hicieron un becerro. -Exacto. Siento, que estoy ante dos seres muy iluminados. 2.161 años y 243 días se deslizan como un sueño. Los jóvenes se hacen viejos. Se pasa a Piscis. Hay unos nuevos cielos y una nueva Tierra. Cristo y sus pescadores transformaron el Occidente. En las catacumbas de Roma se ve a menudo el signo de los peces trazado por los primeros cristianos.

Henos aquí en el umbral de la Era del Acuario. Y habrá nuevos cielos y nueva Tierra. En el momento en que cambia el signo (nos dice una vieja leyenda), se abre la puerta entre las galaxias. Hay mezcla de hálitos. Entonces, y sólo entonces, un secreto -inmediatamente olvidado- se apodera del corazón. Las viejas leyendas permiten a veces el estallido de jóvenes verdades. -Lucila dice: Ya hace mucho tiempo que conocemos el simbolismo del Acuario. El Acuario aéreo es propio del Espíritu Santo. El Acuario es el maestro de las relaciones interenergéticas del Universo. ¿Se puede pasar sin tragedias desde lo espeso y pesado a lo más ligero? ¿No es el sentido de la ascesis y de la transnmutación?

-¡Cómo comprendo que Monsieur Belline se siente tentado por la imposible aventura! Y, sin embargo. ¿Se puede imaginar un profeta egipcio del año 2.000 a. de J. C. concibiendo la sociedad industrial de nuestro siglo XX y XXI? Gastón, ¿cómo un hombre de hoy puede representarse  lo que va a pasar en los próximos milenios?

- Que nadie se llame a engaño. Las reservas que formuló a propósito de los Apocalipsis de Monsieur Belline, las multiplico por diez cuando se trata de esas sabias futurologias elaboradas por esos señores muy serios que se llaman economistas distinguidos. Los futurólogos son ignorantes que se ignoran. El vidente, que no pretende el rigor de los técnicos, cede al menos su lugar a la ensoñación.

El Apocalipsis es nuestra parte de poesía. Una poesía que permite distanciarse. <<Distanciarse, la cosa más rara en nuestra civilización de comadres apretujadas>>. Y al distanciarse es como se encuentra. La Ciencia tiene también sus miopes. Poco antes de que la manzana cayera sobre la cabeza de Newton, un autor serio escribía: <<Los marinos bretones son tan presuntuosos, que creen que la Luna influye sobre las mareas>>. 

La ciencia se halla también llena de esperanza. No está lejos el día de que matemáticos y profetas se den la mano. <<¡La Era del Acuario está aquí!>> Respecto a la videncia en el tiempo, yo la compararía con una experiencia automatizada, como la sacudida eléctrica de los ratones blancos, inventada por Remy Chauvin. Mientras no se encuentre un medio de eliminar toda interferencia del pensamiento del sujeto con la predicción del vidente, el maliciosos buscará una víctima propiciatoria. ¿Sugestión, deseo rechazado o bovarismo?

Sacha Guitry acuñó una voz que describe a maravilla el motivo de este mecanismo de ilusión. <<Cuando un artista hace el retrato de una mujer, el modelo deja de ser él mismo? Su realidad viviente se retira de él, fascinada por el espejo del conocimiento y fijada en la inmovilidad de la máscara. Así, con esta inestabilidad del yo, que cambia su propia realidad a causa de las concepciones que se forma de ello, se llega al punto mediante el cual un velo es sustituido en la desnudez de Isis por cualquier otro velo quitado de la misma, y en su rostro una nueva máscara suplantada a cualquier otra máscara arrancada del mismo.

-Lucila se inquieta mucho, balbuceando, insegura pregunta a Gastón. -Estos velos, estas máscaras, ¿no forman parte de Isis? Todo buen vidente quiere convertirse en profeta. A una cierta profundidad de meditación, ¡cuán difícil resulta resistir a los Apocalipsis que nos tientan! Tengo ciertas dificultades para concentrarme, para seguir los escondrijos de lo Inconogcible. En la medida en que rebasa los límites tiempo-espacio, todo buen vidente se sitúa, en cierta forma, al otro lado de las cosas. Abandona sus propios anhelos, para identificarse con el Uno. ¿Y qué es esta identificación sino la fuerza del amor, lo puro del amor todo lo puede? 

-Lucila, el amor es ese incendio cósmico a cuyo resplandor se ven, finalmente, las cosas tal como son. -Andrea se levantó de la mesa fría cómo una piedra, su cara era una sombra oscura, era larga y fea. El dedo índice con el que deslizaba la pantalla de su teléfono móvil se paró a medio camino. Se lo acercó a Lucila. -Demasiado cerca no puedo leer. Jajajajajajajajajajaja, no tengo aquí las gafas, lee tú, ¿que dice?- Andrea, devolvió el índice a la pantalla táctil de su smartphone y siguió pasando textos. Camisa remangada a la altura del pecho y ombligo perforado con estrella colgante. Gastón se quitó sus lentes y se la pasó a Lucila. Le costo trabajo aceptar, pero se puso a leer el texto que Andrea le había mostrado en su teléfono móvil. -

<<Hemos olvidado lo que fuimos y apenas sabemos lo que somos. Creemos que empiezan ahora nuevos acontecimientos, cuando, en realidad, hace ya mucho que empezaron. El poema de la vida se desliza entre muchos versos; pero, aunque pocas veces los hombres se den cuenta, llega a terminar con la muerte, para volver más tarde a entonarse el canto. Los impulsos y las diposiciones de ánimo retornan con frecuencia: el llanto y el miedo del niño, la esperanza que arde en el corazón del hombre, la duda, el arrobamiento y la lágrima. Antes de que mis ojos de niño hubiesen saludado al nuevo día luminoso en que la primera mañana de maravilla descorrió el velo que cubría el mundo mío, cerníanse sobre mi cerebro las alas misteriosas de extrañas tinieblas: la ignorancia de la alegría o el dolor que trae cada noche repetida. A menudo mis sentimientos me sobresaltan cual si fueran huellas en la arena desierta, como si hubiese oído ya antes su paso espectral en los ámbitos de mi corazón. Por eso cuando te miro en los ojos enamorados, me asaltan extraños recuerdos, y me creo que te he querido hace miles de años en alguna parte, quizás en el Paraíso>>. Estancias Thomas W. Parsons- Estamos hechos de la materia de los sueños.

-Silencio, y así toman las banderas y las pancartas. Las dos mujeres y el hombre salen del bar, y siguen a las columnas de personas que van en dirección a una plaza, dónde un famoso orador, un político de gran prestigió les ofrece un mitin. Acuden personas de toda la Tierra, mujeres y hombres de toda condición, llegan con la ilusión de encontrar una solución a los problemas que sufre la gran mayoría el paro, la falta de medios económicos para cuidar la salud, alimentarse, vestirse, calentarse, ellos tienen puesta la esperanza en el líder carismático que se alza sobre la tarima puesta en el centro de la plaza. El hombre alza la voz diciendo:

-Yo se que soy inmortal. He retornado a la Tierra, para que sigan mis consejos. Las comunas ahorra viviendas, las cooperativas os dará buen trabajo. Estaréis libres. No tendrán que pagar impuestos. La tierra para el que la trabaja. Es tiempo de lucha. Debemos crear poder popular junto con todos los colectivos mundiales. Manteniendo la movilización, ya no pagarán impuestos ni IVA. Todos tendrán pan , techo y mucho trabajo . Todo será de todos.

-Una voz de mujer se oye, es Lucila que se alza sobre los hombros de Gastón, le dice al líder: -Falso profeta. Tu quieres implantar un estado esclavista, servil, y anarquista, donde los  listos egoístas que gobienen se llenarán los bolsillos, se perderán todas las administraciones, será todo un caos y un desmadre. -La gente se desborda aplaudiendo a Lucila. De pronto explota un artefacto, el resplandor es tremendo y el ruido ensordecedor. Todos corren de un lado a otro el líder desde la tarima les indica un camino recto, que va al abismo. Los primeros en llegar miran la profundidad y la oscuridad del abismo, pero no pueden dar marcha atrás sus pies resbalan cayendo al abismo como si se tratara de una marabunta de hormigas negras, miles de millones de personas caen por el abismo, en pocos minutos.

Lucila, corre, hacia una calle alumbrada por dos hileras de farolas. La calle tiene una pendiente, una cuesta que da a una gran plaza. La Gran Plaza de San Marcos. La gente corre detrás de Lucila, ella vuelve la cabeza y ve que detrás de ella van varias columnas de personas corriendo hacia arriba; también ve como miles de personas van resbalando hacia el abismo. Las palabras del líder resonaban en sus oídos: -Este nuevo gobierno tendrá vuestros estómagos agradecidos, y por otro lado ya no habrá caciques. Los trabajadores y trabajadoras tenemos que rebelarnos,  estas maldades deben acabar. 

-Lucila, cree en la transformación de la sociedad, primero iluminarse, cumplir con las leyes de Dios, de la Naturaleza y de los Hombres. Respetar al de abajo y más al de Arriba porque es el que crea la riqueza. Beneficencia y caridad no es igualdad. Tendremos que compartir todos los recursos, no se consentirá que unos pocos acaparen. Se oye una voz desde el Cielo. ¡Yo. Yo Soy Dios y soy yo quien baja a la Tierra! Los Ángeles se llevan a los espíritus inmundos. Y fin por hoy mañana viene el meollo del cuento. Si así Dios lo quiere. Viva España. Viva La Constitución y Vivan Los Reyes. Y, fuera ejércitos de mar, de aire, de infantería y ya van desapareciendo los de caballería. Jardineros, todos los soldados.

Maria Callas - 50 Most Beautiful Opera Arias