viernes, 29 de julio de 2022

El Bosque Mágico: Violeta cara quemada conoce a un arqueólogo

 La agonía de una mujer de acero; Violeta entre todos los dramas del "Bosque Mágico", acaso no haya ninguno tan trágico como el hundimiento de su casa palacio. Aprisionada la finca por el fuego. Los habitantes del "Bosque Mágico", oyen el estallido de las bombonas de gas; que, son manipuladas por los enemigos de Fernando el cojo. Todos los seres diminutos se refugian, para no delatar su posición, no desean ser vistos por los bomberos que han llegado en sus grandes camiones para apagar el fuego. Horrorizados ante los chorros de agua que salen de las mangueras. Todos huyen, van a un pequeño refugio en el interior del bosque de abetos, donde Frenando, ha creado un sótano, un pequeño refugio oscuro; en la oscuridad se refugian, de repente se abren los ojos de par en par y la luz ilumina todo el sótano. Se escuchan gemidos y suspiros, seguido del llanto de un niño. Un niño y una niña han nacido. Da igual donde nazcan, en qué circunstancias, en qué raza, o en qué cultura, sus raíces son nuevas, la familia de los diminutos, ni es pobre ni es rica vivirán y se irán forjando de lo que da el medio ambiente del "Bosque Mágico". Sus grandes ojos van lentamente examinando su entorno, sus manitas y pies pronto querrán tocarlo todo, sus oídos atentos a las voces cariñosas, con sus halagos, sus naricillas pequeñas, olerán todas las esencias aromáticas, todos los aromas del prado verde, sus pequeños cuerpos se aferran a la vida agarradas al pecho de su diminuta madre; Ofelia, es una belleza, ¡ante la maternidad va descubriendo un mundo sorprendente y maravilloso!

Realmente no sabe lo que les deparará ese bosque ahora en llamas, lleno de sorpresas desagradables. Los gemelos, llegan sin prejuicios, sin conocimiento de los enemigos que los acechan, los cuales les suele hacer abandonar su hogar tras la persecución, no abandonan la cacería hasta que la pradera es una superficie quemada, con una gran mancha de sangre que cubre toda la superficie del "Bosque Mágico"; indica la desaparición de todos los habitantes de la comuna, de esa aldea fantástica donde todo lo imposible puede ser y hacerse por y con Amor, jamás hay supervivientes. Por esta razón, Fernando el cojo mandó construir el sótano en un rincón alejado de la finca cerca del gallinero. A su alrededor, pedazos de mármol amontonado en desorden: capiteles y bases de columnas, bloques tallados cuidadosamente, elementos arquitectónicos; en medio de todo estos materiales, grandes muebles y vasijas de toda clase de cerámica Sevillana. Todo fabricado en la Cartuja de Sevilla. En conjunto un tesoro artístico. Juan real, el arqueólogo, dijo en una ocasión: <<El Museo de Antigüedades más rico del mundo es aún inaccesible: es el fondo del Mar Mediterráneo y, aún más inaccesible el Museo del Océano Atlántico.>> El descubrimiento, en 2022, de uno de los naufragios más antiguos que se conocen, vino a darle la razón. 

Sanlúcar de barrameda es el nombre de una ciudad del Golfo de Cádiz, cerca de la frontera de Portugal. Allí se reúnen grandes joyas arquitectónicas, de la época de los atlantes. En el verano de 2022, este hombre, Juan Real, visita a su amiga Violeta, con un grupo de personas de varias naciones. Son los representantes de las Naciones Unidas, que tras firmar un tratado de ¡Paz Global y Universal!, las autoridades sanluqueñas les ha regalado una visita al ¡Coto de Doñana! Con ellos llegan los directores de Antigüedades de los Museos de París, londres, Nueva York, Madrid, Túnez, El Cairo, entre otros, todos llegan con el interés de analizar con detalle los hallazgos. Todos estaban preparados para hacer una inspección, que dió como resultado cinco campañas de exploración submarina que se sucedieron en pocos meses; lo que encontraron, es parte de un sueño de Violeta, donde encontró la puerta de un mundo subterráneo, habitado por seres tan pequeños como las abejas; eran agresivos y fieros. Al final, vieron a Violeta como a un ángel, una diosa, una madre divina y el palacio quemado como un lugar sagrado para ellos.

Violeta, es la mujer misteriosa y poderosa, ella es la pureza inviolable y conoce la verdad de su ser, la esencia espiritual que hay en ella es eterna y no puede ser empañada ni deformada. Tiene un conocimiento ancestral, que permite que el alma comprenda porqué, al vivir en un cuerpo masculino o femenino, tenemos características tanto masculinas como femenina. Ella con su sabiduría ayuda a comprender cómo nuestra esencia espiritual andrógina puede abrazar las energías masculinas y femeninas para lograr su propósito superior. Esta esencia espiritual va más allá del género y no se puede alterar de ninguna manera. Violeta sabe que todos los seres somos Uno. Uno con el Todo o Dios-Cristo el todopoderoso Creador nuestro. Y de todo lo conocido, de todo lo visible e invisible.

<<Cuando estamos conectados sinceramente a la androginia, ya no rechazamos la biología de nuestro cuerpo ni las experiencias de género por las que atraviesa el alma para alcanzar la plenitud espiritual. Entonces podemos disfrutar de nuestras energías interiores masculinas y femenina e involucrarnos con ellas para crear, celebrar, crecer espiritualmente y sanar nuestra alma.>>

<<El camino de cada alma es único y sin embargo todas las almas están en la Tierra para encontrar el camino hacia el amor divino y la vida interior. Las energías femeninas del alma fortalecen nuestra capacidad de aceptar lo que es y de ser compasivos. Permiten que la misericordia, el perdón y la sabiduría cobren vida con lo que es y aseguren que tengamos suficiente espacio para evolucionar hacia lo que podemos ser. Las energías masculinas del alma fomentan la exploración, el desarrollo y la interrogación, nos hacen cuestionar todo -lo que puede llevar a la clarividencia y a una mayor comprensión- y mantenernos fuertes. Se aseguran de que cualquier forma de negatividad sea desterrada de nuestro espacio personal antes de que obstaculice nuestra sanación personal y nuestro progreso espiritual. ¡El cuerpo, el género y la biología son medios preciosos de expresión y experimentación para nuestra alma. Van acompañados de la libertad que se adquiere una vez que entendemos que nuestra parte de espiritualidad está desvinculada de cualquier estructura. Puedes retirarte a tu lugar sagrado, puro e inmaculado cuando necesites rebastecer tu sabiduría y fuerza de voluntad para el viaje de la vida. Conectarse con esta parte de ti puede recordarte que, aunque el viaje y las experiencias de tu vida son importantes y te ayudan a crecer, no determinan quién eres ni qué eres. Existes en el reino de la Naturaleza, hecho de la pura Luz de la Presencia Divina. Las palabras de Violeta tienen alas luminosas, corren por los ríos invicibles, vuelan por todo el mundo, para difundir esta Luz en el mundo, ahí dónde más se necesita. Muchos son los que le piden ayuda y sanación al Espíritu Divino para que todas las almas encuentren su verdad en su viaje, bendecidas con misericordia, sabiduría, gracia y compasión, en un cuerpo físico dotado de biología y género. ¡Dale un poco de amor a la humanidad! Date un abrazo con los pobres del mundo, la cicatriz abismal será sanada muy pronto. Nuestras cicatrices internas y externas son marcas del coraje de nuestra alma. Son el signo de nuestra fuerza y nuestra capacidad de supervivencia, de nuestra voluntad de estar vivo. El trauma que sufre Violeta a través de su cara quemada la inicia con fuerza en su poder interior, ella lleva una herida en el alma y otra en el rostro...

Juan Real tiene una acusada vena de juerguista en sus años de juventud en Egipto, su ciudad predilecta ¡El Cairo!. Por esta disposición, cuando llegó al Golfo de Cádiz, todos se lo rifaban para tenerle en sus veladas. Era el preferido por los políticos, periodistas y gente diversa aficionada a la vida nocturna y a las conversaciones arqueológicas, que con toda necesidad desembocaban todas las conversaciones hablando de políticas. En esos años de oposición solía salir mucho a cenar a restaurantes típicos del viejo Cádiz; la Tacita de Plata resultaba para todos un lugar encantador. Juan Real, era un conversador incansable que desplegaba todas sus dotes de seducción encandilando a sus interlocutores, que ponían en el joven arqueólogo todas sus ilusiones. Era impresionante oírle, podía estar horas y horas hablando con el mismo fervor.  Nada que ver con los monólogos de la doliente Violeta, que ahora a sus cuarenta años, suspira por encontrar la Puerta del Inframundo; cuya puerta lleva a un mundo luminoso en el interior de la Tierra hueca. A veces coronaba con éxito sus expediciones. Con el hombres solo podía anidar ahora una furia sorda da, desde hace años, él daba mucha importancia a cualquier reconocimiento de sus hallazgos, sea de la categoría de un premio, o los aplausos de sus alumnos en la universidad. Juan Real era un buen orador, un buen guía para todos.

El atractivo personal de Violeta siempre había sido una de las mejores bazas para cautivar a la gente. Une ese atractivo con el carisma de una personalidad fuerte que puede llegar a embelesar. Todo el conocimiento espiritual se le destapó con fuerza en la adolescencia, porque de niña no tenia nada especial, excepto el invernadero de árboles diminutos al que su padre dedicó su vida entera. Ella heredó la finca. con todos los problemas que llevaba implícito el "Bosque Mágico". Llegó un hombre que la fascinaba, pero de un genero por calificar... <<de profesión Anticuario, experto en antigüedades milenarias>>, un arqueólogo afamado, que de vez en cuando preparaba algunas expediciones a ciertos lugares enigmáticos, con una historias fantasmales y de paso hacía negocio. Ella, ocultaba su rostro con una mascara, lo cierto que fué una beneficiada del tema Covid 19, su cara quemada se podía ocultar sin hacer sospechar lo que había oculto, cosa que le llenaba el alma de una invisible frustración. ¡Oh sí! En la tierra indómita de este maravilloso país, florece Sanlúcar de Barrameda. Ya ha germinado la alegría, su floración invisible ha llenado de esta grandeza sin pereza. Ahora en las alas del viento, como un primer rayo de sol se oye el latir de unos corazones jóvenes llenitos de amor. ¡Bajo el cielo de acero durísimo y frío se oyen voces de los hombres y mujeres,libres! El mundo Nuevo de la Edad Dorada que Violeta y Juan Real amán es el futuro Mundo Nuevo, justo, solidario, dicen que es viejo como el griego antiguo, entre sus heraldos llega la Paz, el Amor y la Luz de Dios. Ese Dios, de bata blanca y sandalias de cuero, cuya vida cortaron de un tajo, como quién corta una flor de azucena blanca.

Juan Real, es un hombre fuerte, moreno, de cabellos rizado largo y abundante; él va delante del grupo, que es un tanto numeroso, dijimos que eran personas de todas las razas y colores, de todos los lugares de la Tierra habían llegado en avión al aeropuerto de Jerez. El arqueólogo va delante, un camino oculto con una espesa floración, los acerca a una casona fría y áspera. La casa, es tan enorme como una catedral, sus paredes ennegrecidas por el fuego del "Bosque Mágico", casi derruida la entrada, para subir al primer piso, tienen que ir por una fina cornisa de un solo palmo de anchura, es tan estrecho el camino que se abre ante ellos, que a Violeta, la hace retroceder; ella observa que la mayoría de las personas de un par de zancadas suben al primer piso, ella observa en derredor, ve una vieja escala de madera, atada las maderas con cuerdas de cáñamo, sucia, pero ella se aferra haciendo un gran esfuerzo y logra con la ayuda de la escala llegar al primer piso. Juan Real, está situado sobre una bóveda, desde ahí da sus explicaciones al grupo de personas; todos muestran mucha curiosidad; en poco se van dispersando por la casona. Una casa medio derruida, envejecida, sucia, llena de viejos muebles empolvados de un oscuro hollín. Violeta se acerca a una barandilla, mira hacia el suelo, ve, que es una pieza muy grande, con aspecto de ser comedor -cocina. En el centro de la habitación, hay un charco de agua de color albariza, de un amarillo apagado y sucio. Su corazón, bajo aquel escenario grotesco, frío y oscuro, se oye latir con un germinado de tristeza. Tres mujeres, del grupo, se enfrentan en una disputa, echando se  en cara la una a las otras cosas personales y, burocráticas de planes políticos escabrosos, de cosas innombrables. Hablan de negocios turbios, de facturas falsas, y de amores secretos.

Violeta, se aparta, sigue curioseando por la barandilla, sorprendida reconoce una escalera oculta , detrás de unas cortinas. Ella, decide bajar, le acompañan seis personas. Bajan, y para su corazón, es muy fuerte lo que ve salir de la pequeña laguna. Un enjambre de pequeños hombres, tan pequeños como las abejas. Salen agolpados, un aluvión de estos personajes, miles de millones de diminutos hombres corren detrás de los curiosos expedicionarios. Los exploradores, quedan paralizados por el asombro. Son muy pequeños, no hay duda de que son hombres diminutos, vestidos con un trozo de tela cuero cubriendo sus parte sexuales. Sobre su hombro llevan una bolsa de piel con pequeñas flechas. Flechas que lanzan sin piedad sobre los exploradores. Corren, todos vuelan sin alas, corriendo, esquivando las flechas. Violeta, miró hacia detrás y oyó un gruñido del mismo Diablo, que jaleaba a los hombres diminutos. miles de flechas clavadas sobre las puertas y ventanas de una torre no muy alta. Desesperada, corre ya sin aliento, un hombre joven y fuerte logra abrir una puerta de una patada, suspiran, y corren que vuelan hasta entrar en la sala de la torre, cierran velozmente la puerta, miran a través de los cristales de las ventanas de otra torre mucho más alta. Ven que son miles de millones de hombrecillos disparando sin piedad. Estos, malvados logran escalar la torre. Los exploradores, bajan de la torre, vuelven a la sala comedor donde está la laguna, todos están tratando de subir por la escalera; tienen que retroceder, Violeta, ve un resplandor muy luminoso, comprende que debe de haber una puerta que de a un jardín, o a un camino. Sorprendida, se ve caminando por una cueva que la lleva a una playa de arenas doradas, un mar azul, y un cielo limpio con nubes de algodón blanco, con forma de animales: caballos, perros, gatos, etc...

Siguen corriendo por la playa, divisan una muralla antigua, trás ella hay tres torres mudéjar, altas e imponentes, llegan hasta perderse en las nubes, solo un rayo de sol se abre como una flor. Solo se oye el latir de los corazones. Algunos han caído abatido por las flechas y, otros no aguantan las carreras. Solo Violeta, logra escapar de las flechas y, ahora, se ve sobre una de las torres; mira hacia abajo y ve una multitud de hombres vestidos a la antigua usanza de Japón o de la China Imperial. Todos van con ropa negra, una cinta roja en la frente y un cinturón rojo. Violeta, no ve como poder bajar de la torre. De pronto, un Buda niño de color dorado aparece sobre el suelo de la torre, el niño ha aparecido de la nada, sonríe complacido; Violeta lo mira sorprendida, su mirada se posa en un hombre, se sostiene en el aire con una vara de bambú. Sus cabellos largos, plateados, su barba es larguísima. Violeta, ni se lo piensa, se agarra a la vara de bambú, y mide los tramos, a medida que va saltando los hombres la va apoyando, ella va posando sus pies sobre sus cabezas... Fin por hoy. Están mis nietos revolucionandose..., quieren almorzar. Hasta que Dios así lo quiera. sigu...