El hijo de Filomena y Tobías, se encontró un montón de problemas cuando llegó a casa. Jacobo, que creía que sus padres no se separarían y que su mundo perfecto no sufriría ninguna interferencia, había decidido de pronto creer que Tobías, su padre, había salvado a un espíritu, a un alma en pena que vagaba por la casa, aunque aquel ser invisible sólo estaba metiendo cizaña. -Nos preocupa ese asunto de los seres desencarnados- dijo su padre de repente después del almuerzo.
-¿Que asuntos de desencarnados? ¿Acaso hay aquí espíritus manifestandose? -Jacobo se quedó mirando a sus padres. ¡Arula se lo había contado! ¡La bruja Matilda se lo había contado! A Jacobo no se le había ocurrido que su hermana Susana se lo tomara en serio, ni se había preocupado por la manera en que se lo había dicho. Probablemente ella no lo había creído ni por asomo, pero se lo había explicado a sus padres de todas formas.- No hay mucho que decir, hijo. - Jacobo se encogió de hombros. - Bueno yo no lo creo así- afirmó su padre con una sonrisa-.
Me refiero a que no entiendo cómo un chico sensato como tú empieza a creer en los fantasmas de repente. - La sonrisa desapareció-. Pero he hecho averiguaciones y sé unas cuantas cosas del espíritu del señor Ismael. Francamente, deja mucho que desear. Cree en los fantasmas, ¿verdad? Y en invasiones de hombrecillos diminutos, también en las naves extraterrestres, y en que un complot judío secreto gobierna el mundo en las sombras de los gobiernos.
-Él nunca ha dicho que los judíos... -Jacobo intentó aclarar las cosas, pero su padre no le escuchaba. -Existe una palabra para eso -dijo su hermana Susana-. No sé si la conocerás, Jacobo. Se llama paranoia, y es un tipo de locura. Jacobo conocía muy bien la palabra "paranoia". Incluso sabía que el espíritu del señor Ismael... era real, tan real como que el sol alumbra. Su padre la padecía casi todo el tiempo. Era una de sus características más interesantes. Pero eso no significaba que el viejo fuese una especie de Hannibal Lecter, por ejemplo, que cortaba a la gente en pedacitos y se la comía. Decía muchas tonterías y era un pelmazo impresionante, pero era su padre, le debía respeto y a pesar de todos sus defectos a Jacobo le caía bien.
-Papá, yo ... estudio los libros del Zohar, la Cábala, la Biblia, los Evangelios, los Textos Apócrifos, en fin, toda la literatura de la Grecia clásica, también los saberes de la milenaria China, del Japón de la antigüedad. Es preciso volver a los Textos Sagrados en este tiempo, en este renacer de la humanidad. -El caso es, amiguito estudiante de los metafísicos -lo interrumpió su padre muy serio-, que el hecho de que usted, el señorito Jacobo crea en los platillos volantes no significa que yo también tenga que creer en ellos. Y porque sea antisemita...
-Papá, no soy antisemita. La verdad es que los suizos no le gustaban mucho, por lo que Jacobo sabía, pero los suizos no eran judíos, ¿verdad? A Tobías le parecía que casi todos eran protestantes.... -No tienes por qué odiar a los judíos. Y aunque él crea en la reencarnación en los espíritus y en los extraterrestres alados, tú mi afortunado hijo, no te vas a pasar el tiempo persiguiendo a los fantasmas bajo los rayos de las noches de Luna llena. -Papá, lo del espíritu es cierto. Lo hemos visto vagar por la casa, es más hemos visto también a la "Dama Blanca" paseando por la torre de la Casona de Vista Alegre. -Ya me parecía a mí -intervino su madre-. Filomena afirma: Pero da igual, ésa no es la cuestión, ¿no? El joven Norberto no puede considerarse un... -dudó- amigo adecuado para ti mi amor, ¿no crees, maridito mío?
-Mamá, sólo voy a su casa a estudiar. La amplia biblioteca de la familia de Norberto tiene una gran colección de libros que se salvó del incendio de la Biblioteca de Alejandría. -respondió Jacobo intentando salvar la situación. -A tu hermana Susana le parece que entre vosotros hay algo más -dijo su madre. -Mamá, Norberto no sabe nada del fantasma de esta casa. Y aunque lo supiera, el no es precisamente un vulgar charlatán, ni uno de esos oradores locos, esos fanáticos de las religiones imprecisas. Eso de algo más entre nosotros, no sé que quiere decir mi hermana... -Pero has de reconocer que tiene algo de razón -lo interrumpió su madre.
-¿Razón sobre qué? -preguntó Jacobo. Tobías dio un respingo. -Norberto es un hombre de mediana edad... Y tú Jacobo eres un joven influenciable. No eres un niño, pero no tienes la madurez suficiente para unirte a ese tipo de personas- Papá, en primer lugar, el señor Norberto no es un hombre de mediana edad. Es un viejo. Es muy viejo; debe tener 110 años, tal vez 200 o más, quien sabe, su vida es un misterio. El sexo no le importa. La comida tampoco, él se alimenta de "prana"; respiración y alimentación van unidas.
-¿Quién ha hablado de sexo? -preguntó su madre-. Yo no he mencionado el sexo. Era una de sus trampas, pero Jacobo no iba a dejar que se saliese con la suya. -Es lo que querías decir, ¿verdad, mamá? Te preocupa que el y yo seamos... seamos... -No fue capaz de terminar la frase. -Admite que existe esa posibilidad. Tienes que saber tu condición, tu gusto o preferencia sexual.
-No existe esa posibilidad, mamá. No me atraen los hombres, ni viejos ni jóvenes. Que te quede claro, muy claro. ¡A mí me gustan las chicas bonitas! -Esta vez fue su padre, Tobías quien lo interrumpió. -¿Sabías que tu maravilloso y misterioso amigo Norberto... tiene antecedentes penales?- su madre lo mira fríamente.
Ya en su habitación, mucho después del enfrentamiento, Jacobo contempló la figura del espectro de Ismael, y se preguntó qué le había sucedido a su vida. Giró nueve veces el libro del Zohar, y el espíritu despegó con suavidad las hojas del libro, le señala un Texto Sagrado, con el dedo, después se marcha como si tuviera alas de ángel. -¿Antecedentes penales? su madre no quiso contarle nada más, ni siquiera cómo se había enterado, pero su padre parecía avergonzado, así que Jacobo supuso que aquel detallito sería parte de las <<averiguaciones>> que él había hecho. Jacobo no se lo creyó. Su madre confundía las cosas, igual que su padre. No era posible que su viejo amigo Norberto tuviese antecedentes penales; por Dios bendito, tenía casi docientos años, nadie lo sabía exactamente. ¿Acaso había aplastado a alguien con la Biblia, o con la Torá?
-Jacobo se sentó en un sofá, se calzó las zapatillas, y volvió a repasar los textos, que había meditado con el señor Norberto: <<Que tu discurso sea cierto y tu gobierno justo>>. Las personas agresivas deben ser siempre evitadas. La paz existe dentro de cada uno de nosotros, simplemente está esperando ser alimentada y desarrollada. Es bueno reís mucho y a menudo.
Si pones demasiado esfuerzo en definir el núcleo central de tranquilidad que existe en el interior de cada uno, será imposible de alcanzar. Acéptalo, y siempre estará allí. No te conformes con quedarte para siempre en el primer tramo de la escalera espiritual. Debes estar siempre preparado para viajar hacia delante y hacia arriba. <<Cuánto más se aleje la Humanidad de su verdad y de las energías internas, más confusión habrá en este mundo enloquecido>>. Sólo a través de la consciencia personal, podemos aspirar a conseguir una paz profunda y duradera con nosotros mismos. El pensamiento es fuente de poder.
Si piensas que tienes razón, deberías seguir adelante sin miedo. A veces, podemos tener la sensación de saber algo, y la confianza para hacer algo, pero a menudo no sabemos lo que estamos haciendo. A título personal no es imposible dejar el mundo un poco mejor. Encuentra el modo de poner en práctica lo que sabes, en tu vida diaria, o te separarás de lo que sabes y de lo que haces. <<Procura ver siempre la profundidad de las cosas con la visión pura y clara de un niño. La opción de la paz nunca es fácil, pero es siempre la que causa menos dolor>>. S i hay diferencia entre lo que has observado en las enseñanzas espirituales y tu vida diaria, significa que no has observado ni aprendido bien. ¡No vives con la verdad! Busca a Cristo. Tu meta debe ser la de poseer las divinas cualidades de la amabilidad, la tolerancia y la consideración. ¡La paz no puede establecerse sobre la base del miedo!
¡La paz no cuesta nada, pero si falta no servirán de nada todas las riquezas del mundo! La agresión es ciega, provocada por los necios. <<Con relación al arco iris se agrega: mis amados supremos, poseedores de entendimiento, observad, quienes observan en lo supremo, aproximaos para comprender y captar lo que he de deciros: pues aquel de ustedes que comprende en profundidad lo que explicaré, que atienda y conocerá el misterio del asunto...>>
<<... Y ella es como una vela encendida que es vista e ilumina en la noche. Así el Maljut ejerce su dominio durante la noche. Pero durante el día, se oculta y desaparece la luz de la vela. Y se agrega que ella está oculta en 248 mundos. Todas estas luces marchan e iluminan en su interior, de arriba hacia abajo, pues todas iluminan dentro de las 365 partes del Maljut. Y ella se resrva y oculta en lo bajo. Quien la examina 8232b) al Maljut con la intención de hallarla, es decir, como los profetas, que rompa las alas de las klipot que cierran los pórticos del Maljut, y entonces podrá abrir sus puertas.
Quien se torna meritorio de observar detrás de un muro. Y así era el modo de aprehender, verá con conocimiento y entendimiento, es decir, con un tipo de observación mental, y aprehenderá como quien observa detrás de un muro. Y así será el modo de aprehender de todos los profetas, con excepción de Moisés, profeta supremos fiel, que podía observar <<ojo a ojo>> en lo Alto, a través de un Lente que ilumina, en un sitio desconocido para el resto de los profetas.
<<Quien no alcanza este mérito, es apartado hacia fuera, pues innumerables ángeles dañinos se presentan ante él, que salen hacia él y lo apartan, para que no observe los deleites del Rey. Y ay de estos malvados del mundo que no merecen observar ni aprehender, tal como está dicho: <<Pero no vendrán y observarán cuando se cubre el Santuario, para que no mueran>> (Números 4:20- Final de la Tosefta). La voz de la rueda... gira de modo agradable, no pongan piedras en la vida de esta juventud, para poner en sus carruajes adornos, cabezas de trofeos adornando, marchitando a su paso las flores de la belleza. Las llaves, para entrar en los cielos no la tiene ni san Pedro, ni nadie, solo se abre la puerta con la llave del amor a Dios. Fin por hoy. Hasta cuando así Dios lo quiera. Miles de gracias. Señor, bendice y certifica la obra de nuestras manos. Por favor, haz templar los genios malvados de la guerra, troncha los tanques, como hiciste con los arcos, y disuelve todo el mal con el rayo láser que disolvió los Muros y toda la Ciudad de la Antigua Jericó. Paz global